

Entre los días 16, 17 y 18 de noviembre, se llevó a cabo en la ciudad de Porto, Portugal, un importante evento (conferencias y visitas a fábricas) dirigido al sector calzado, organizado por APICCAPS, la Asociación Portuguesa de la Industria del Calzado, Componentes y Artículos de Cuero, junto al Centro Tecnológico del Calzado de Portugal -CTCP-.
Bajo el título “Bienvenidos a la Industria del Futuro” asistieron líderes empresariales, industriales, académicos, dirigentes, técnicos, profesionales y prensa, especializados en calzado, del ámbito local e internacional.
El encuentro fue calificado de alto valor en contenidos sobre conocimientos y temáticas de actualidad, de aplicación en la industria. A la vez que los asistentes pudieron conocer en directo la evolución de la industria del calzado de Portugal y su preparación para asumir un liderazgo, basado en la innovación, la tecnología y la sostenibilidad en el mercado internacional.
Las actividades se desarrollaron en el Palacio de la Bolsa en Porto, donde se cumplió con un ciclo de paneles, conformados por reconocidos profesionales, que trataron temas como: “De la Automatización a la Robótica”; “Nuevos Modelos de Negocios”; “Perspectivas Internacionales sobre Innovación, Sostenibilidad y Tecnología”; “Cómo la Inteligencia Artificial está transformando a la Industria”; “Reindustrializar Europa: ¿El reto de la próxima década?”, y numerosos puntos más de interés.
Como complemento a las conferencias, periodistas e invitados realizaron un programa de visitas a fábricas de calzados y componentes en las zonas industriales de Felgueiras y Guimarães, donde observaron los procesos de producción de importantes establecimientos, como AMF Safety Shoes, VAPESOL, CARITÉ, BOLFLEX y KYAIA. En ellos, se comprobó un alto grado de tecnificación, especialmente en diseños con asistencia AI, automatización y robotización, y utilización de materiales reciclados, con políticas de sostenibilidad.
La industria del calzado de Portugal está dando pasos audaces para convertirse en la más moderna del mundo. Impulsando esta transformación se encuentra FAIST – Fábrica Ágil, Inteligente, Sostenible y Tecnológica-, un importante proyecto movilizador enmarcado en el Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) de Portugal.
Con una inversión de 50 millones de euros y la participación de 45 copromotores, FAIST establece un nuevo referente en innovación, sostenibilidad y eficiencia industrial.
“Nuestro objetivo es que la industria portuguesa del calzado se mantenga a la vanguardia y se consolide como la más moderna del mundo”, afirmó Luís Onofre, presidente de APICCAPS.
En su discurso inaugural, aseveró que “la concentración del 90 % de la producción de calzado en Asia no es sostenible, ni desde el punto de vista ambiental, social ni económico”, lo que hace que “el sector sea desigual, sobre todo al ignorar el potencial que tiene Europa”. Luís Onofre no tiene dudas: “Europa no puede permitirse el lujo de desempeñar un papel secundario. Al contrario, debe consolidarse como un referente de calidad, innovación y responsabilidad con el bienestar de nuestro planeta”.
Destacó que el crecimiento en las últimas exportaciones de calzados “refleja la enorme adaptabilidad de la industria portuguesa en un momento de gran complejidad, que ha sabido adaptarse rápidamente a las nuevas dinámicas de consumo”. Subrayó que “el sector, tras las inversiones en curso, está mejor preparado para competir a nivel mundial”.
Con estos resultados, proyectó que 2025 puede concluir “como un año de estabilización y reposicionamiento estratégico”, marcando un nuevo ciclo de consolidación internacional para la industria portuguesa del calzado.
Para Florbela Silva, coordinadora del proyecto, el 75 % ya está completado. La Fábrica Ágil, Inteligente, Sostenible y Tecnológica -FAIST- aspira a convertir a la industria portuguesa en la más moderna del mundo, garantizando una mayor eficiencia y rentabilidad en la producción, junto con mejores condiciones laborales y una mayor flexibilidad para responder a las demandas del mercado.
El objetivo es “aumentar el nivel de especialización de la industria portuguesa del calzado para nuevos tipos de productos y mejorar la capacidad de suministro de las empresas portuguesas de calzado, fortaleciendo su operatividad para producir pedidos medianos y grandes mediante procesos de ensamblaje más eficientes”.
“El camino requiere inversión continua, colaboración sostenida entre la industria y el mundo académico, y un compromiso con la excelencia digital y la responsabilidad ambiental”.
En la sesión de clausura, Rosana Perán, presidenta de la Confederación Europea del Calzado, destacó que “el calzado portugués, a través del proyecto FAIST, ha dado un paso gigante al demostrar que el progreso no implica abandonar la tradición, sino combinar la artesanía con la robótica, la automatización y la inteligencia artificial para crear nuevo valor”. Añadió que “las empresas portuguesas han demostrado que la innovación, cuando se basa en la habilidad, puede redefinir la competitividad”, ya que “la inteligencia artificial debe utilizarse con responsabilidad, priorizando el talento humano”.
La máxima dirigente del calzado europeo consideró que para que la UE logre “un marco de competitividad y crecimiento, es necesario garantizar la igualdad de condiciones a nivel global, limitar el acceso de las plataformas online que venden productos que no cumplen la normativa europea, promover el consumo sostenible y promover el valor añadido del calzado fabricado en la UE en los mercados (a través del Pasaporte Digital Europeo y el ecodiseño)”.
Por su parte, Sofia Moreira de Sousa, representante de la Comisión Europea en Portugal, también elogió que "la industria portuguesa del calzado es hoy un claro ejemplo de cómo la anticipación estratégica y la capacidad de adaptación pueden transformar los desafíos en una ventaja competitiva" y que "la brújula de la competitividad apunta hacia el fortalecimiento de las cadenas de valor estratégicas, la inversión en innovación, la aceleración de la transición verde, la atracción y cualificación del talento y el apoyo a sectores capaces de liderar con el ejemplo".




Compañías – Empresas
CALZADO | | | | | | | | | | | 1.171 |
COMPONENTES | | | | | | | | | | | 283 |
ARTS. CUERO | | | | | | | | | | | 123 |
Total | | | | | | | | | | | 1.577 |
| | | | | | | |
Empleos
CALZADO | | | | | | | | | | | 33.057 |
COMPONENTES | | | | | | | | | | | 5.455 |
ARTS. CUERO | | | | | | | | | | | 4.063 |
Total | | | | | | | | | | | 42.575 |
| | | | | | | | | | | |
Exportaciones
CALZADO | | | | | | | | | | | 1.839 |
COMPONENTES | | | | | | | | | | | 73 |
ARTS. CUERO | | | | | | | | | | | 310 |
Total | | | | | | | | | | | 2.222 millones de euros |
| | | | | | | | | | | |
Durante la última década, el clúster portugués ha diversificado estratégicamente su cartera de exportaciones para mitigar el riesgo y capitalizar nuevos mercados en crecimiento. Estados Unidos es su mayor mercado no europeo, representando el 5,2 % de las exportaciones totales del clúster del calzado, y sigue mostrando un importante potencial de crecimiento.
La industria también ha incursionado en mercados emergentes de Asia y América Latina.
Desde 2023, las exportaciones se expandieron a países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Colombia y México, y a países asiáticos como Hong Kong, Macao, Singapur y Taiwán. Pero, incluso dentro de Europa, la diversificación se está produciendo a través del aumento de las exportaciones a países como Bosnia y Herzegovina, República Checa, Estonia, Lituania, Eslovaquia y Eslovenia, todos con un crecimiento superior al 20% el año pasado. Aun así, Europa sigue siendo el mayor mercado para los productos del clúster, con poco más de la mitad de sus exportaciones dirigidas a Alemania (23%), Francia (19%) y Países Bajos (12%). La Unión Europea, en su conjunto, recibe poco menos del 80% del total, impulsada por la fuerte demanda de calzado de lujo y alta calidad.


Vasco Rodrígues, profesor de la Universidad Católica de Portugal
Presentó un análisis exhaustivo de la evolución global del sector, identificando los factores que determinaron, y seguirán determinando, el rumbo de la industria. El académico destacó cuatro acontecimientos decisivos: la entrada de China en la OMC, que “alteró para siempre el comercio mundial del calzado”; el cambio en las preferencias de los consumidores; la transformación de los canales de venta con el auge del comercio electrónico; y los nuevos desafíos que plantean las grandes plataformas digitales.
El académico recordó que China duplicó sus exportaciones en los primeros cinco años tras su adhesión a la OMC, lo que desencadenó una reorganización global que llevó a muchos productores internacionales a trasladar sus fábricas a Asia. En términos de consumo, Asia también mantiene su liderazgo, seguida de Norteamérica. Europa sigue siendo un mercado maduro, con aproximadamente cuatro pares por persona al año, mientras que África emerge como un mercado por explorar.
En cuanto al futuro, el profesor destacó cuatro fuerzas que definirán la próxima década: la demografía, las preferencias de los consumidores, la transformación tecnológica y la reconfiguración económica global.
Finalmente, en términos económicos, Vasco Rodrigues señaló que “el rumbo que tomará Estados Unidos es muy impredecible y las proyecciones apuntan a un crecimiento económico global desigual”. En Europa, se espera un crecimiento relativamente lento en comparación con otras regiones. Además, existe el riesgo de una crisis que afecte a China. Por lo tanto, el futuro del mercado del calzado presenta grandes incertidumbres, cambios y desafíos, pero al mismo tiempo, también es un momento de grandes oportunidades, y cada uno debe aprovecharlas para no perder el tren de la evolución.
Representantes de AMF, Rodiro, Tropimática y Carité
Destacaron que la robotización en el calzado es "mucho más compleja que en la industria automotriz" debido a la variabilidad de materiales y colecciones. El consenso fue claro: la tecnología no reemplaza a las personas, sino que las cualifica.
Es necesario combinar la creatividad con la eficiencia productiva basada en el desarrollo tecnológico. Y esto no es una opción, sino un requisito, tanto para responder a la competencia global como a la escasez de mano de obra.
“Si las fábricas no se tecnifican un poco más para atraer a personal más joven y cualificado, no será posible tener éxito ni alcanzar la competitividad en la industria del calzado”, afirmó Albano Fernandes de AMF. Luego agregó que, Europa enfrenta un grave problema de escasez de mano de obra para realizar ciertas tareas y que la robótica es la solución para afrontar este reto.
Por su parte, Ricardo Costa de Rodiro señaló que “con la robotización no debemos temer la pérdida de empleos, pero con la llegada de los humanoides podemos empezar a plantearnos ese tipo de preguntas”. Poniendo como ejemplo a su empresa Rodiro, señaló que “incluso invirtiendo en robotización, es necesario seguir invirtiendo en las personas”. Con la robotización, “terminamos teniendo personal más eficiente y productivo porque no está tan desgastado”, sin embargo, “es necesario invertir en personal preparado para estas inversiones”.
Ventura Correia de Carité, enfatizó que “la incorporación de la automatización en las empresas es necesaria para garantizar una productividad de calidad constante con menos esfuerzo humano”. De hecho, “el robot es importante para que podamos tener personas disponibles para realizar tareas dentro de su ámbito exclusivo”.
También adviertió que, “si excluimos algunos nichos de mercado muy específicos, las empresas que no inviertan en tecnología pronto no podrán producir en Europa porque no dispondrán de la mano de obra necesaria para realizar las operaciones más básicas”. De ahí la intensa introducción de robots en la industria del calzado: “Un joven que se gradúa con mayor cualificación y formación no está disponible para ir a una fábrica ocho horas al día a aplicar pegamento a una capellada. Esa es la realidad».
Vítor Almeida de Tropimática detalló que, más importante que el costo del equipo en sí es el costo de una transición exitosa, ya que una empresa que actualmente no está automatizada y pretende invertir en robótica y automatización industrial internamente tiene que dar un gran paso. "No lo edulcoremos", se trata de un proceso complejo que depende en gran medida de cómo se implemente.
Todos coincidieron en que la cuestión no es sustituir a las personas por robots, sino usar la automatización para impulsar el sector, ganar escala y optimizar los procesos. Y si había alguna duda, ahora todo está claro: la supervivencia de los fabricantes de calzado depende de la tecnología.


Participantes: Fernando Ferro de DCSI Pro, Flávio Ferreira de Bolflex/Rubberlink, João Esteves de Diverge y Rui Moreira de CTCP.
El objetivo fue comprender cómo los modelos de negocios deben moldearse y adaptarse a la realidad actual. Un modelo de negocio es cómo una empresa crea y desarrolla su propuesta de valor, cómo se presenta en el mercado y cómo llega a los clientes. Independientemente de si este modelo de negocio es sostenible en un modelo B2B, B2C o incluso híbrido, es importante que las empresas reflexionen sobre cómo quieren diferenciarse en el mercado.
Para Rui Moreira, jefe del departamento de organización y gestión empresarial del CTCP, el desarrollo del modelo de negocio del sector del calzado depende de factores diferenciadores más allá del precio, aunque este sigue siendo relevante: “En definitiva, se trata de comprender nuestro ADN, qué nos diferencia de los demás, quién es nuestro público objetivo, cómo llegamos a él y qué necesitamos desarrollar internamente para que reconozca ese factor diferenciador en nosotros”.
Según Flávio Ferreira, de Bolflex/Rubberlink, "la demanda de productos personalizados ha aumentado, y este hecho está estrechamente relacionado con las marcas que cada vez buscan diferenciarse; por lo tanto, hemos pasado de una personalización más estética a algo mucho más profundo". Con una estructura integrada verticalmente y un fuerte componente de circularidad y automatización, han podido satisfacer las solicitudes de personalización de productos de forma sencilla, ya que no dependen de terceros. Flávio aconsejó que "todos los emprendedores que aún no han comenzado la digitalización deberían hacerlo ya, porque efectivamente hay mejoras significativas en la recopilación de información".
João Esteves también destacó la importancia de la tecnología en diversas etapas del proceso, como el contacto inicial con el cliente y la organización de los formularios de pedidos, para optimizar los procesos de trabajo. De esta manera, pueden "utilizar la tecnología para intentar crear estos modelos de negocio algo disruptivos". Cree que la IA es un catalizador y facilitador de procesos para una empresa que no cuenta con todos los recursos que desearía.
Participantes: Carrie Howles de What the Future, Cristiano Figueiredo del CTCP y Sergio Dulio, presidente de UITIC, Unión Internacional de Técnicos de la Industria del Calzado.
¿Qué define la industria del futuro? ¿Qué retos nos aguardan? ¿Cuáles son los próximos pasos y cuáles son las principales fuerzas que impulsan esta transformación en el sector? fueron algunas de las preguntas que los panelistas procuraron dilucidar.
En opinión de Sergio Dulio, respecto a la estructura de la fabricación de calzado y la postura de las empresas, dijo “vivimos en un mundo muy polarizado, ya que existe una producción masiva organizada en una parte del mundo y en la otra se observa lo contrario”. También señaló que hay indicios de un cambio en la ubicación de la producción, pero no a gran escala como se produjo hace unos años. En este sentido, en el futuro, no ve “mucho margen para grandes expansiones en términos de volumen, sino más bien para la consolidación y diversificación de los negocios mediante la innovación y la adopción de nuevas tecnologías”.
Según Cristiano Figueiredo, una de las principales dificultades que enfrentan los fabricantes portugueses de calzado para adaptarse y adoptar estas nuevas tecnologías e innovaciones “son los costos, ya que algunas de estas soluciones son caras". De ahí la importancia de proyectos como FAIST, "ya que une a las empresas para lograr resultados, abaratando la tecnología". Otra dificultad reside en la propia organización, ya que "las empresas necesitan realizar un autoanálisis y comprender qué quieren automatizar y qué procesos quieren digitalizar". Finalmente, también está el problema de la capacidad, ya que es necesario formar a las personas en esta nueva tecnología, "porque no se trata solo de comprar equipos y montar una línea de producción”.
Carrie Howles cree que incorporar tecnología a la producción de calzado es sumamente beneficioso. Para respaldar este argumento, Carrie utilizó el ejemplo de la impresión 3D de zapatos, que está generando un gran entusiasmo entre las generaciones más jóvenes "porque no sienten la necesidad de realizar ciertas tareas". Por lo tanto, "la tecnología se crea para fabricar zapatos de forma diferente, lo que nos lleva a analizar críticamente nuestro proceso, buscando maneras de minimizar el impacto en los trabajadores".
Finalmente, Cristiano cree que “debemos ser conscientes de que los seres humanos necesitan adaptarse a la tecnología, pero la tecnología debe crearse de forma que esté centrada en el ser humano”. Debe ser humanocéntrica.


Beatríz Faria, Experta en IA y Ciencias de Datos
Definió a la IA como la capacidad de un sistema informático para realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana y adaptación a diferentes datos y patrones. Pero ¿cómo funciona esto? Primero, se debe definir un problema, recopilar una gran cantidad de datos de diversas ubicaciones, procesarlos, luego pasar a la fase de modelado y, finalmente, implementar el modelo en el mundo real.
En la industria del calzado, la IA se aplica a la creación y el diseño de productos, así como a la optimización del diseño (tanto estética como funcional), lo que permite la creación rápida de prototipos mediante técnicas como la impresión 3D. También es un gran aliado en la personalización y la selección de materiales, ayudándonos a evaluar las propiedades físicas, la rentabilidad y el impacto ambiental.
Su aplicación en el mejoramiento de la producción es también muy destacada hoy en día, ya que tareas como cortar, coser y ensamblar componentes se realizan con mayor precisión y rapidez gracias a la IA. Además, puede ayudar en el control de calidad y optimizar el proceso de fabricación, realizando ajustes en tiempo real. Otro uso de la IA puede darse en la gestión de la cadena de suministro. Por ejemplo, en la previsión de la demanda de productos basándose en datos de ventas, tendencias en redes sociales o incluso indicadores económicos.
Como conclusión, la experta afirmó que la IA no es algo del futuro. “Ya está aquí y se está aplicando en todas las etapas de la industria del calzado, por lo que es esencial comprender su funcionamiento, incluso a un nivel básico, para liberar todo su potencial. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta que la adaptabilidad determinará los ganadores de esta nueva era”.
César Araújo (ANIVEC), João Maia (APICCAPS) y Kerstin Jorna (DG Grow)
En este panel se debatió sobre la reindustrialización, y se analizó el panorama comercial e industrial actual de la UE.
En un mensaje grabado, Kerstin Jorna, quien finalmente no asistió al debate, se refirió a “la industria portuguesa del calzado como un caso de éxito, que combina tradición y tecnología”. Este mensaje es optimista, considerando el contexto actual, incierto y difícil, caracterizado por una competencia fuerte y a menudo desigual. Hace treinta años, la producción europea de calzado representaba el 30 % del total mundial, pero actualmente es inferior al 3 %.
Según señaló João Maia, la entrada de nuevos actores, especialmente de Asia, en el comercio mundial ha transformado por completo las cuotas de mercado. “Aun así, fue posible conservar las fases de valor añadido de la producción de calzado en Europa, logrando concentrar el proceso creativo, la gestión de marca y la producción de calzado de mayor calidad”. En cuanto a la reindustrialización, el dirigente cree que la desaceleración de las exportaciones chinas ha generado un cambio que podría conducir a la reindustrialización, es decir, a acercar las fábricas a los mercados. Sin embargo, las cifras muestran que se están abriendo fábricas en otros países asiáticos más competitivos. Él mismo argumenta que “la reindustrialización implica trasladar la producción a Europa, donde nuestras habilidades pueden crear empresas y negocios competitivos en Europa”.
Para César Araújo, “la industria europea debe transformarse y concentrarse en productos de valor añadido basados en una economía circular”. Pero para que esto suceda, las normas y la legislación deben ser las mismas para todos, tanto para las empresas europeas como para las que exportan a Europa. Señaló que no se permite introducir sustancias químicas perjudiciales para la salud humana en las piezas, una norma que se aplica únicamente a las empresas europeas, así como la introducción del Pasaporte Digital de Productos.
Los panelistas abogaron por la necesidad de normas equitativas para todos, mayor agilidad legislativa y políticas industriales que fortalezcan el "Made in Europa".
En el marco de FAIST concluyeron con la idea de que el futuro de la industria del calzado se construirá sobre la convergencia de la tecnología, el talento y la tradición.
Si bien la automatización y la inteligencia artificial son inevitables, el conocimiento artesanal y la creatividad siguen siendo pilares esenciales de la competitividad portuguesa.
El mensaje final fue claro: existen oportunidades, pero requieren visión, inversión y rápida adaptación; de lo contrario, se perderá el "tren de la evolución".
Fuentes: APICCAPS/WORLDFOOTWEAR/Portugal

