La dependencia de Estados Unidos de las importaciones de calzado, con el 99% de los productos provenientes de países como Vietnam, China e Indonesia, ha llevado a la industria a evaluar el impacto de las propuestas arancelarias de Donald Trump tras su reelección presidencial. Estas medidas significarían que tanto las importaciones globales, como el ingreso de productos de origen chino sean gravados con diverso porcentaje de tasas.
Empresas como Steve Madden y Wolverine Worldwide ya se han ocupado de la diversificación de su producción para mitigar riesgos. Steve Madden busca disminuir en un 40% a 45% su dependencia con China, mediante la posibilidad de ampliar su fabricación hacia Vietnam, Camboya, Brasil y México.
Por su parte, Wolverine ha diversificado la producción de sus marcas, como Saucony y Merrell,
hacia otras regiones. Mientras tanto, Under Armour no prevé una afectación significativa, aunque se mantiene atenta a las políticas arancelarias, informó Footwear News.