Estados Unidos anunció un nuevo esquema arancelario que impactará en múltiples mercados internacionales. El acuerdo preliminar logrado a inicios de junio pasado con China establece un impuesto fijo del 55% sobre exportaciones chinas hacia territorio estadounidense, integrando tributos anteriores. Los productos del país norteamericano se gravan con un 10%.
Paralelamente, se cerró un pacto con Vietnam que fija un 20% para productos fabricados en ese país y un 40% para bienes reexportados desde terceros orígenes; en contrapartida, los artículos estadounidenses ingresan sin gravámenes al mercado vietnamita.
A inicios de julio, la Casa Blanca definió tarifas específicas para otras naciones, que estarían vigentes desde el 1 de agosto, con gravámenes que oscilarán entre el 25% y el 40%, posiblemente buscando mayor margen de negociación comercial antes de la fecha anunciada, informó World Footwear.