Después de haber sufrido una fuerte caída en 2020 a causa de la pandemia, la industria argentina del calzado ha comenzado lentamente a recomponerse en 2021, al ritmo de la situación epidemiológica y de todas sus consecuencias generadas.
En 2020, la fabricación de calzados alcanzó los 65 millones de pares, casi un 30% menor a la de 2019 que fue de 85 millones.
En la actualidad, además de los efectos del Covid-19, se han sumado otros factores que están incidiendo en la actividad del sector, entre ellos las nuevas políticas del gobierno relacionadas a un mayor control de las importaciones y la escasa disponibilidad de divisas para esas operaciones.
En este aspecto, en los últimos meses disminuyeron notablemente los volúmenes importados y se amplían las posibilidades para las industrias radicadas en el país. Así lo confirman las inversiones que llevan a cabo las marcas internacionales -NIKE, TOPPER, PUMA, SALOMON, DIADORA, etc.- y sus productores locales, para atender una previsible recuperación del consumo interno.
Desde IES Consultores, estimaron que la producción de calzados en 2021 podría crecer un 14.3% respecto a 2020 alcanzando los 80 millones de pares anuales, partiendo de la base que en 2020 se produjeron 68.5 millones.
De fuentes industriales, informaron que el crecimiento del sector estará íntimamente ligado al grado de afectación de la pandemia y su control sobre las distintas actividades en el país.
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