Superficies mórbidas, suaves y flexibles, de buen tacto y espesor
Cueros que mantienen porosidades originarias, tipo “floater”
Acabados opacos: gamuzas y nobucks, que se alternan en versiones muy pulidas o desfibradas (peludas)
Grabados textiles en cueros, como símil espigados, corderoy y geométricos
Brillos iridiscentes y contraposiciones entre opacos y metalizados
Detalles irregulares y defectos destacados estéticamente
Tonalidades entre beiges cálidos y naranjas óxido
En acabados y terminaciones, se trata de agregar valor a través de nuevas texturas y transfers
Predominan los arrugados suaves e intensos, imitaciones de texturas vegetales y gofrados en motivos retro
En muchos casos, las superficies opacas incluyen puntos de luz, mediante uso de brillos metalizados o micro-pedrería, laqueados y transparencias
Continúan los acabados solarizados sobre tonos naranjas, beiges y marrones claros
Menor presencia de reptiles y animal print
Pelos y pieles son protagonistas en numerosos materiales cálidos para invierno
La intención es crear volumen, con inflados, acolchados costurados y matelassés
Lanas, rizados, pelos rasurados, corderos, terciopelos, fieltros, bucles, etc., están dentro de la tendencia
Materiales doble frontura y tecnológicos, como ripstop; poliamidas Kevlar y Dyneema®, están entre los más resistentes y durables
Son frecuentes los tratamientos de impermeabilización, con la complementación de mallas antidesgarros y laminados anti-térmicos
Paños artesanales e industriales, en hilados de distintas tramas, características y colores
Lanas, franelas, tweeds y cheviots son tejidos de abrigo, con motivos espigados, escoceses, rayados y fantasías, en gran diversidad de colores
La utilización de fibras e hilados reciclados, crea una nueva estética sustentable que modera la saturación cromática y valora el origen y elaboración de los materiales
Innovadoras tramas con hilos opacos y brillantes, de distintos diámetros y colores, logran resultados de notable elegancia para productos de lujo