Para remarcar la temporalidad de los productos
Las pieles y cueros para invierno, siendo fieles a su denominación de materiales cálidos, se presentan en acabados opacos o semilúcidos, de buen espesor, muy suaves y flexibles. Se procura mantener las porosidades originales y exaltar su naturalidad. La tendencia por ofrecer tacto textil en los cueros da lugar a innovadores procesos de texturas, como el caso de las gamuzas “peludas”, con originales resultados, o los propios toques símil paños.
Será frecuente el uso de materiales bifaz -pelo/cuero- de origen ovino o sintético. Las pieles y pelos, además de razones de abrigo, visualmente caracterizan los productos de invierno.
Voluminosos y densos
Además de las superficies lisas, se observan grabados reptiles y tramas decorativas, entre geométricas y fantasías, como así también gofrados en duotono o con lacas sectorizadas.
Materiales de pelo rasurado, a menudo con estampas animal print o camouflage, se convierten en excelentes opciones para productos sofisticados y elegantes.
Por las exigencias de abrigo, los materiales para invierno tienden a ser densos y voluminosos. De allí el auge de los acolchados, “inflados”, rellenos, etc., donde los matelassé se imponen con holgura. En muchos casos con suplementos de amortiguación, como guatas y espumas.
Pieles y pelos para templar el invierno
Las pieles en calzados serán utilizadas reiteradamente, sobre todo como complementos en cañas y cordoneras de botas y botinetas. Estará a disponibilidad una amplia variedad de corderitos, moutones, astracanes, etc. entre las más comunes, y exclusivas como nutria, zorro o chinchilla. Les siguen distintas alternativas en colores fantasías.
Una mención para los pelos elaborados con surcos y los encajes aplicados sobre superficies lisas.
Respecto a los matelassé, se presentan en diversos modelos según el formato de costuras o estampados. Los principales son en cuadros y listones, o pueden adoptar figuras decorativas.
Paños retro + tecnológicos de alto rendimiento
Entre los textiles de volumen y más empleados, se cuentan los paños industriales como lency, fieltros, tweeds, escoceses y cheviots, junto a los artesanales, de aspecto más rústicos, pero con buen contenido estético.
Acompañan la tendencia, panas y corderoy, con diferentes diseños de bastones y terciopelos lisos y estampados.
Dentro de la propuesta, se destaca una serie de materiales bordados de alta calidad, donde el contraste brillo-opaco se manifiesta entre figuras y fondos, generando visuales muy elegantes.
Finalmente en el segmento de materiales técnicos, los más requeridos son los neoprenes y elastanos para mejor calce, y los ripstop -antidesgarro- para productos que son sometidos a mayores exigencias.