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Concepto y Apuntes | 15/01/2020

Concepto General Otoño Invierno 2020

​​Diseños

En el modelaje de la próxima temporada predominarán las estructuras cerradas en donde botinetas y deportivas urbanas acapararán las mayores preferencias.

Está visto que el concepto “deportivo” influencia a todas las líneas de calzados, al que se suma una permanente confluencia de estilos que promueve la diversificación y personalización de los productos.

Pautas minimalistas, clásicas, futuristas, retro y artesanales se reelaboran con la aparición de nuevos materiales, sistemas de producción y originales combinaciones de colores. La dinámica creativa reconoce la diversidad de orígenes, por lo tanto los resultados pueden ser híbridos y disruptivos.

Las hormas respetan la anatomía del pie para un mejor confort, estilizándose en las puntas para modelos de mayor elegancia. Los tacos para líneas femeninas tienden a aumentar su volumen, pero por sobre todo a innovar en sus formas y acabados.

En general, los calzados de invierno ganarán presencia por volúmenes, principalmente en fondos y suelas, donde la tendencia “fornida y fea” -chunky y ugly-, hace notar su influencia. Las sneakers fashion de alta complejidad estética seguirán en pleno desarrollo, junto a las básicas zapatillas y zapatos con suelas con banda, que serán origen de numerosas versiones.


Materiales

También los materiales recurren al volumen para su mayor destaque. De allí la aparición de cueros, pieles, paños y tejidos de buen espesor, elaborados artesanalmente. La propuesta incluye superficies con costuras decorativas y matelassé, gofrados y grabados profundos, junto a una gran variedad de reptiles que generarán un mayor atractivo visual y táctil.

En los cueros naturales, la tendencia es respetar las porosidades originales, a menudo suplementadas por sobrios acabados envejecidos y semilúcidos. En cuanto a luminosidad, se alternan entre opacos -gamuzas, nobucks y tejidos- y brillantes -charoles, metalizados y glitters-. El interminable “animal print” continuará desplegando una infinita variedad de versiones, más allá de sus colores originarios. Motivos rayados, geométricos, abstractos, florales y de la tapicería oriental también estarán presentes.

Entre los materiales tejidos -artesanales e industriales- se ofrecen los tartanes (escoceses), terciopelos, corderoy, tweeds, brocatos, telares y bordados, acompañados por las clásicas lonas lisas y estampadas, jacquards y doble frontura.

Como complemento de otros materiales, las pieles y pelos como corderos, zorros, visones, etc. son muy funcionales al modelaje de invierno.

Los nuevos sistemas de producción de capelladas tejidas han ampliado notablemente el uso de los textiles en la industria del calzado.


​Suelas y fondos

Un nuevo protagonismo asumen estos componentes dentro del conjunto del calzado. De la mano de mayores volúmenes y diseños muy elaborados, con capelladas acordes, consiguen sumar identidad a los productos. El origen, la ya citada corriente chunky-ugly que se difunde a lo largo de todo el modelaje. Son fondos de fuerte carácter deportivo y fashion acoplados a cortes complejos y sofisticados. Que en el uso real contrarrestan el “peso visual” por el empleo de materiales cada vez más livianos.

La oferta es compartida con una amplia gama de suelas clásicas con planta y taco, bajas y de altura media, para botas y botinetas. En muchos casos, con importante presencia de viras y folias en contraste, y refinados acabados y patinados.

Las suelas con bandas, de distintas alturas y molduras, se consolidan como un clásico y son origen de numerosos modelos de zapatos y zapatillas urbanas, que se diferencian por los renovados tratamientos estéticos de las capelladas.

Otra de las características de las nuevas suelas es la mayor incorporación del color, ya sea en versiones mono o bicolor -inyectado, pintado o transfer-. Además de los clásicos negros, grises y beiges, hay colores fuertes, como rojo, azul, amarillo, etc. y sobre todo se incrementa la presencia del blanco.


​Colores

No obstante a la tradicional paleta de colores negros, marrones, grises y beiges, la propuesta para el invierno procura ser más expresiva y vibrante. Para generar un nuevo juego de tonalidades más vitales y luminosas, que modifican nuestro ámbito cotidiano hacia una percepción más optimista, lúdica y descontracturada de la vida.

En tal sentido, se incorpora pigmentación rojiza a una amplia gama que va desde los rosas y magentas hasta los bordó y marrones. Una escala de colores más cálidos y emocionales, a la cual se agregan azules, verdes y amarillos en versiones más puras y originales.

Para subrayar, es la presencia del blanco, que como protagonista o complementario, acrecienta notablemente su aplicación. No obstante a su calidad de color “frío”, tradicionalmente no compatible con el invierno, el blanco se impone por pureza, elegancia y luminosidad.

A los mencionados, se suma una serie de tonos verdes, celestes, azules, rosados y beiges claros, contrapuestos a colores profundos e intensos derivados de los violetas, azules, verdes y bordó oscuros.

Para esta temporada, adquiere particular importancia la innovación en las combinaciones de los colores, ya que de su originalidad dependerá la identidad y personalización de los productos.