Para Leatrice Eisman, directora ejecutiva del Pantone Institute, después de las dos máximas expresiones internacionales de la moda, como son las “Fashion Week” de Nueva York y Londres, quedó confirmado el liderazgo de los rojos cálidos en distintas versiones, tales como granadina, escarlata y hoja de plátano. Además de estas tonalidades confortables para la estación, no menor es la presencia del rosa pálido, el “refrescante” cal dorada y el azul marino brillante. Estos colores añaden un toque sorprendente cuando se combinan con los otoñales azul oscuro neutro Navy Peony, el gris Neutral Grey y el violeta profundo Tawny Port. Por otra parte, aparece una serie de colores clásicos fuertes que realizan combinaciones inesperadas como el lila encendido Royal Lilac con el marrón neutro Otter, o el mostaza Lemon Curry con el celeste Blue Bell. Para el resto de la paleta cromática, se destacan los tonos medios de beiges y marrones suavemente pigmentados por amarillos y rojos, que generan entre otros el terracota, tostados, óxidos y canela. Para los de base verde, el oliva dorada, pino, palta o aguacate y el verde musgo. Nuevamente reviven los lilas, pero en las versiones más oscuras, así como los azules medios y profundos como los marinos, que a menudo se combinan con colores vitales o blancos. El color negro sigue vigente, aunque en esta temporada surgen alternativas más cálidas y naturales, con mayor contenido emocional, que prometen disputar su liderazgo.